La Ceiba, Atlántida Honduras 13 de mayo de 2020 del sentir y pensar en una nueva Honduras para todos.
Dirigentes políticos, actores sociales, emprendedores, profesionles, productores del campo y de las etnias.
El libreto de continuismo que contiene lo inaceptable con la inexistente e ilegal reelección estimulado y planteado por el aventurero internacional mas conocido en el bajo mundo del hampa como JJ Rendon dando instrucciones para un improcedente e imprescriptible delictuoso tercer periodo al mando del poder ejecutivo por el sujeto e inescrúpuloso Juan Hernández que tiene el control total y absoluto de la institucionalidad del Estado incluyendo a las fuerzas, tanto militar, como policial que por su desmedida ambición de dinero y poder son complacientes de la barbarie cometida por el irracional régimen en el país.
El párrafo anterior no es el agravante es mas ni debiera ser tema de discusión, sino, el sometimiento de la nación concentrado en manos de un inescrúpuloso y dañino Hernández que a logrado fabricar una telaraña con finos hilos de la corrupción que le da total impunidad ante la estúpida ceguera de los operadores de justicia quines no encuentran el mínimo delito ni siquiera se atreven a cuestionarlo doblegados por la vanidad que les otorga sostenerse en el mísero cargo olvidando el alto costo a pagar una vez terminado su mal proceder y encaminándose así hacia las puertas de la cárcel o lo que es peor aún al suicidio.
Dicho esto y entendiendo la dinámica con que se mueven ciertos temas de interés internacional particularmente en los Estados Unidos en el norte de América sin incluir a Canadá y México; es el caso que nos ocupa el narcotrafico y la conspiración para mover en el territorio de Honduras toneladas de drogas con destino al gran país del norte donde señalan con el mote de CC4 al jefe del régimen ilegal; enorme vergüenza para nuestro noble pueblo que a vivido la experiencia mal sana de un ser inhumano y perverso.
Hoy salta la necesidad por la conformación de un gran bloque nacional opositor del sector social y político con quienes lejos del interés egocéntrico y narcisista de un nefasto e idolatrado personaje, sino, más bien prevalezca el sentimiento de una patria con responsabilidades compartidas que rompa sin temor los viejos esquemas de que surja un único ciudadano salvador del pais; sin tener el claro concepto de saber conciliar entre los grupos o personas antagónicos junto a la verdadera reconciliación de las estructuras organizativas públicas y privadas para el sustento y desarrollo del país.
El dedo señalador y acusador apunta contra la personalidad de Juan Hernandez y sus socios civiles, militares y de policía, pero, eso no ocurre aquí en Honduras como debió ser desde un inicio con otros conspiradores que guardan prisión en espera de su sentencia y para ejemplo de ello su propio hermano conocido como TH (Tony Hernandez), es decir, todos ellos tienen cuentas pendientes con la justicia gringa implacable contra quienes cometen actos ilícitos dentro de esa nación.
Bernard Martinez hace eco a las
voces que claman anteponerse al silencio. Excelente escrito!