Con tristeza y pesar debo reconocer la veracidad en las expresiones de muchos periodistas y analistas Hondureños quienes comienzan a esbozar frases duras pero reales. “En el momento de imperiosa necesidad, cuando se depende del liderazgo correcto para salvaguardar la vida de millones de personas, ese preciso instante en que deben de aflorar las mejores mentes, chocamos con la dura realidad del país en que vivimos“. Que o quienes nos han llevado hasta aquí? La respuesta varía dependiendo de quien responda. Lo cierto es que el precio que se está pagando por la escasa educación de calidad y sobretodo la falta de conciencia nos convirtio en una sociedad sumamente vulnerable; vulnerable en todo sentido.
Cuando mas se requiere de esa imagen de autoridad moral cuya investidura recae en la Presidencia de la República, los discursos, las cadenas radiales y televisivas se “apagan” o simplemente se sintoniza otro canal. Claramente el mensaje no está llegando a la ciudadania, por lo menos el mensaje de Casa de Gobierno. Honduras no tiene rumbo, carece de conducción. Pareciera que la población está a la espera de un gran desenlace: “fallecemos como individuos o fallece el narcoestado“.
Vemos como surgen voces de distintos sectores promoviendo la “insurrección moral ciudadana“, periodistas valientes como Milton Benitez, médicos iracundos como Umaña y Figueroa, postura incansable como la de Zelaya Medrano, acciones patrioticas de Moises Ulloa y compañía, Conferencia Episcopal con equilibrio espiritual, el Fosdeh con logica elemental, Gabriela Castellanos desde el CNA suplicando por transparentar toda acción gubernamental, y muchos otros mas que siguen alzando su voz en este enorme desierto donde ni al eco del último suspiro de los fallecidos se le escucha.
Compatriotas, el fin de la pesadilla comienza dentro de 10 meses, sigamos alzando la voz, hemos soportado y caminado juntos por un largo periodo. No dejemos que el narco equipo que hoy se impone nos domine hasta la perpetuidad porque aunque “ellos” no lo crean, en el desierto, hasta el silencio se logra escuchar.
Mayo 6-2020