Por mucho tiempo en el país, se ha recurrido a la Intervención para intentar resolver los problemas de las instituciones públicas, cuando los titulares nombrados para dicha finalidad no lo consiguen. Paradójicamente, el nombrar una Comisión Interventora que encause una institución cuando también existe otra persona al frente, es como tener dos cabezas en un solo cuerpo (impensable). Tal es el caso con la última intervención que se hizo a la Secretaría de Salud y la controversia que se creó debido a la injerencia del titular en los asuntos de recomposición impulsados por la Comisión nombrada. Además, pareciera que este tipo de intervención en Salud Pública, obedeciera más en querer favorecer económicamente, generando salario, a los integrantes de la Comisión. ¿Por qué tener a dos grupos de personas haciendo el mismo trabajo? ¿Es que acaso no genera costo sostener ambos grupos?
Las Intervenciones institucionales se dan en diversos sectores del andamiaje Gubernamental. Recientemente se intervino el Seguro Social, luego, aunque no por su orden, se intervino la Policía Nacional, en su momento sucedió lo mismo con el Hospital Escuela, igual con la desaparecida Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), se intervino Migración y Extranjería, igual suerte tuvo la Portuaria, Hondutel, Cultura, la Universidad Nacional Agrícola, Inprema, Inhfa, Ministerio Público y la intervención más reciente del Registro Nacional de las Personas (RNP).
Todas las intervenciones o Comisiones Interventoras nos ofrecen lo mismo; reestructuración para un efectivo funcionamiento que satisfaga las necesidades de la Ciudadanía Hondureña Cuando vemos los resultados de las intervenciones, nos encontramos con más de lo mismo. El único cambio se da en las caras del personal que aparece laborando en las instituciones intervenidas, una vez cesa la intervención.
Las Comisiones Interventoras han sido una herramienta para socavar la voz beligerante de
individuos notables de Sociedad Civil, (ciertos amigos justifican su inclusión aduciendo colaborar en la construcción de la nueva República, dejando atrás la buena imagen de Ciudadanos al dejarse cooptar por el narcogobierno). Las Interventoras han dado paso a colocación de activistas políticos que llegan a esos puestos a ejecutar lo mismo que sus antecesores, olvidando que la búsqueda del Poder Político es en beneficio del bien común y no en conseguir una “chambita” cada cuatro años. Se les olvida que luego serán reemplazados por otras aves de rapiña que andan en el mismo “business”.
De tantas intervenciones estatales fallidas hechas por Políticos, el hartazgo rebalsó a la Ciudadanía común. Inesperadamente, la gente se unió alrededor de una iniciativa de Acción Ciudadana para solicitar se amplíe investigación en varios casos de corrupcion y narcotrafico en donde la figura y nombre del mandatario Juan Hernández ha salido a luz. Cientos de Hondureños, en diferentes puntos del territorio nacional, utilizando los mecanismos que la Ley permite, acudieron ante el Ministerio Público, haciendo formal petición, amparándose en el Artículo 80 Constitucional.
¡Por fin! le tocó la Intervención a casa presidencial, la única forma de hacerlo, solicitado por el clamor y la unidad de la Ciudadanía Hondureña. ¡Vaya que SI¡ en esta Honduras de
incertidumbre, cada minuto que pasa, la trama se vuelve más interesante.
Allan Bernardez
tomada del Diario Los Ciudadanos 12-04-2018
II Versión 25-11-2020