En Honduras nos obligan a vivir bajo los efectos de la anestesia y de los recuerdos. Si bien es dicho, “recordar es vivir“ pero también es de reconocer que entre el ayer y el hoy existe una diferencia abismal. Tratar de ocultar la nueva realidad hondureña en imágenes y cifras, muchas veces anuncios publicitarios “adormecedores” que buscan recrear en la población un clima de bienestar inexistente y a la vez “vender” una buena imagen de quienes han provocado la gran debacle hondureña.
Que una vez se tuvo al País como el pionero en la producción de granos, fue cierto, pero lo dejó de ser desde hace más de 30 años. Entonces, para que seguir insistiendo con ese slogan? A sabiendas que la población rural se fue desencantando con la sacrificada y mal remunerada labor del campo, encontrando en la migración un “escape” al estancamiento en que se encontraban. No justifiquen que la “campaña” busca promover el retorno al área rural cuando sus nuevas generaciones están aclimatadas al concreto norteamericano y no al quebrantado y adulterado concreto hondureño.
En su momento se tuvo las mejores carreteras de la región centroamericana pero la vialidad se reemplazó por baches, falta de mantenimiento y abandono. El responsable? Los mismos que endosan a quien llega junto a su séquito a la administración del país.
Similar situación se vive en el deporte rey en donde en su momento se nos situó como el “Papa” en la región de Centroamérica, no de la Confederación, eso ya es otra cosa. Pero mientras los países centroamericanos con menor talento natural realizaban las inversiones necesarias en infraestructura y formación, en Honduras, se continuaba viviendo del recuerdo, de la falta de planificación y la malversación.
La historia Hondureña parece ser siempre la misma; mentira tras mentira o como dicen los jóvenes de ahora, “paja y más paja”.
La realidad ciudadana es que nos encontramos atrapados por los tentáculos del narcotrafico, violencia, corrupción y ahora el COVID-19. Lo peor de todo, los 4 grandes enemigos de los hondureños son alimentados desde el corazón del sistema, desde las entrañas de gobierno. El país que hoy tenemos, ese que no quieren que veamos porque nos hace sentir de todo, menos “orgullosamente catrachos”, es el producto de los abusos de los que ayer manejaron el sistema hondureño y hoy lo continúan haciendo bajo la nueva visión de sus herederos y testaferros.
Mayo 28-2020
El efecto propagandístico es utilizado por el cuestionado régimen ilegal, ilegítilo como totalitario apoyándose en todo el sistema de comunicación disponible para sus manipuladas intenciones de crear en la mente del ciudadano un ambiente alejado de la realidad "MENTIRA" destapa el lado siniestro del actual gobernante usurpador que domina a voluntad al Estado de Honduras en donde las insistentes e inconcuentes cadenas de radio y televisión muestran la falsedad de las fallídas políticas públicas que tienen huyendo a la población en edad productiva, lo que, nos obliga a construir en nuestro país un nuevo orden social democrático antes que el caos agote su paciencia.