La institucionalidad hondureña está comprometida, los intereses oscuros de actores antidemocraticos tiene casi de rodillas a una población de millones.
La familia Zelaya Castro ha demostrado conocer a cabalidad la debilidad de los hombres al frente de los espacios de mayor influencia en el pais, en especial los ubicados en el sector público pero también en lo privado.
El enemigo de ayer y hoy, tiene la habilidad exponencial de alimentar al segundo pecado capital, descrito por el santo Tomas de Aquino.
Le vimos transformar y desfigurar al actual presidente del Congreso Nacional y cuando éste sucumbió ante el cuarto pecado, perdió cualquier espacio de redención.
Otra más de sus presas es el Consejo Nacional Electoral, el que en este momento se debate en una lucha que inició a lo interno pero que ahora se ha trasladado a campo abierto y en donde los diversos sectores que componen la hondureñidad están reaccionando y dando muestras de voluntad de lucha tenaz. Al parecer, esta vez, la "resistencia" surgirá de la ciudadanía y esto causa pavor al "familion".
El Jefe del Estado Mayor Conjunto también será pieza importante en el ajedrez hondureño. Sus acciones pasadas no han sido consecuentes con el dictado democrático, generando dudas sobre su compromiso con la patria y fortaleciendo el rumor de su cercanía con la tiranía y dictaduras.
El Gral R.H. desechó la autonomía que ostenta la institución castrense y se autoimpuso grilletes de sumisión a cambio de... nada.
En nada quedará su nombre si después del 30 de noviembre, su nuevo mejor amigo pierde la elección presidencial.
En nada quedará su recorrido por las FFAA de ordenar a tropas hondureñas reprimir a connacionales cuando se manifiesten masivamente en contra de los planes "diabolicos" de Manuel Zelaya.
Si Roosevelt ha despreciado la obligación que emana de la constitución de la República en el ejercicio de su cargo y se presta a entregar el pais al fraude electoral y a régimen dictatorial, no cabe duda que la mancha personal recorrerá su línea ancestral y descendencia.
La aparente superioridad que muestra Mel, no es real. Su única fortaleza reside en la "cobardía diplomática" de quienes por razones propias se abstienen de señalar a sus cómplices. Y si la gente ordinaria, ciudadanos de a pie, ya hartos a que los directores de cupulas, transen y negocien los bienes nacionales que son comunes, deciden ponerle un alto a los abusos, rodarán cabezas y seguramente serán de los que más encumbrados estén.
Allan Bernardez
Julio 20-2025
