Estoy convencido de que solamente un pueblo educado, correctamente informado, respetuoso de las autoridades y las Leyes, consciente de su responsabilidad en la creación de una sociedad justa, es capaz de generar el marco propicio para alcanzar niveles superiores de bienestar.
Alguien responsabilizara exclusivamente a los Gobernantes de la pobreza de nuestra Honduras; no es totalmente correcto. Los Gobernantes salen de las entrañas de nuestra misma sociedad; por consiguiente, sufren las mismas insuficiencias que produce nuestra atrasada escuela, nuestra academia, la familia y hasta la iglesia; formación que, en nuestro caso, parece limitarse a enseñar a sumar y restar, solo lo necesario, para hacer compras en el mercado o bien, deletrear para poder leer rótulos en la calle. La formación integral incluye desarrollar en cada compatriota, un comportamiento basado en valores cívicos, morales, culturales y ambientales, pero, sobre todo, fomentar en él un espíritu de superación.
Nuestro pueblo naturalmente desea vivir mejor, pero cuando la meta a que aspira le parece difícil, se desanima y prefiere culpar a otros de su fracaso; identifica su pobreza como designio de Dios, cuando ésta solo es resultado de nuestra falta de perseverancia, tenacidad y fé por alcanzar el triunfo.
De ahí la necesidad de Gobiernos visionarios, capaces de conducir al país a mejores puertos.
El COVID-19 nos sigue desnudando; nuevamente nos percatamos, que somos adictos a la improvisación, sabemos “de que pata cojeamos” pero, nos resistimos a ser previsores. La excusa es que “no tenemos pisto”.
Nuestros hospitales no solo hoy carecen de materiales e insumos; aun cuando la responsabilidad del Estado de velar por la salud popular es obligación Constitucional y para ello debe crearse un sistema sostenible, equipado adecuadamente, provisto de los insumos requeridos para combatir todas las enfermedades que nos afligen. No hay excusas de falta de recursos, como no la hay para desarrollar y mantener un sistema educativo en niveles de eficiencia.
El desarrollo de sistemas debe ser juicioso y responsable en todos los campos, estableciendo prioridades, dándole a Educación y Salud primera urgencia y asignándole recursos suficientes para que ambas ramas emprendan el vuelo. Si para ello necesita una moratoria en las inversiones en infraestructura y otros gastos postergables, ni modo; por ejemplo, si representa una revisión completa de los monstruosos salarios que devenga un batallón de funcionarios, muchos sin capacidad, devengando hasta 20 o 30 veces un salario mínimo, entonces, fijemos limites que se apeguen a lo justo y lo moral para un pueblo pobre.
Se supone que ningún funcionario debe ganar más que el Gobernante, entonces, ¿cuánto gana en realidad el Abog. Hernández? También revísense las cifras asignadas a defensa, a la Tasa de Seguridad. Nuestros militares comprenderán y cooperarán.
Esta crisis se ha convertido en un enfrentamiento de apreciaciones; un puñado de héroes, hombres y mujeres, desde médicos, hasta humildes cargadores de bultos, enfrentando con su vida los peligros mortales del Coronavirus y, por otro lado, un grupo incrédulo, desafiante, desobedeciendo las medidas de control, y desvalorizando las advertencias sobre la peligrosidad de salir de sus casas, exponiendo sus vidas y las de la comunidad.
Entendemos el hambre y nos solidarizamos con los que tienen que buscar el pan de cada día, pero para ellos existen otros métodos civilizados de suplir sus necesidades.
Apoyemos, pero controlemos, la repartición de alimentos, sin discriminaciones políticas y sin apropiamiento doloso de productos.
El pueblo debe respetar las leyes y disposiciones para su seguridad, si no, ese mismo pueblo se convertirá en su propio verdugo.
Por eso, Pueblo, o nos salvamos todos, o todos le entregamos a la “Corona” nuestra propia existencia.
Olban Valladares, Artículo de opinión, El heraldo, sábado 10 de abril de 2020.
Es copia fiel en mi mesa de redacción para PLANAPONH.
Doy gracias a Dios que aun no se manifiesta ese líder, con la sapiencia y raciocinio suficiente para saber donde dirigir tanta carencia de todo. De haber surgido, seguro estoy que ya lo habrían mandado a callar. con clavo y martillos o con técnicas mas modernas.
De todos es conocido que hemos tenido presidentes con buena educación, entre ellos un miembro de los chicago boys recientemente extinto, y otros venidos de escuelas norteamericanas pero ninguno de ellos fue la solución para los problemas de su propia época.
Al escribir estas lineas quisiera decir pero no me atrevo, que debemos poner un apartado a la elección de presidente y su gabinete, " el pueblo siendo sabio, los juzgara cada 200 días y establecerá el rumbo de donde quiere que se orienten las políticas.
Artículo de opinión con sensatez.